Los beneficios de la psicomotricidad en niños:
Desarrollo integral
y felicidad

Los beneficios de la psicomotricidad en niños: Desarrollo integral y felicidad

Diversos estudios sobre el trabajo psicomotor han encontrado una estrecha relación entre lo emotivo y lo cognitivo, proponiendo que la práctica psicomotriz se realice en un ambiente placentero. En este ambiente, el niño experimenta el placer de ser él mismo, de sentirse bien, de construirse de manera autónoma, de descubrirse y de conocer el mundo que le rodea.

Además, es importante para desarrollar la inteligencia del niño estimular el desarrollo motor. Jean Piaget (1977) indica que lo motriz está unido a la inteligencia del niño de 0 a 2 años y lo llama “sensoriomotriz”, basada en los movimientos y en los estímulos sensoriales que el niño recibe. El niño llega a aprendizajes en la escuela, como la escritura, lectura y cálculo, a través de la vivencia del movimiento y la relación con el medio que lo rodea. Según este autor, el movimiento es la base de la inteligencia.

En los centros escolares encontramos la sala de usos múltiples o un gimnasio que puede servir como sala de psicomotricidad. En este espacio, los niños pueden rodar, girar, caminar, perfeccionar el equilibrio, construir, descomponer objetos y más. De esta manera, ayudamos al niño a desarrollarse en todos los aspectos, ya que no solo se trabaja lo físico sino también lo emotivo, lo cognitivo y lo social, mejorando la atención, memoria, concentración, autoestima, y expresión de emociones.

Al hablar de psicomotricidad, no solo nos referimos al cuerpo, ya que a través del gesto, el movimiento, el juego y la acción, el niño revela sus deseos, historia y expresividad. Entre los beneficios de la práctica psicomotriz destacan los siguientes:

  • Integración social con sus compañeros.
  • Seguridad emocional al conocer sus propios límites y capacidades.
  • Refuerzo del control postural, equilibrio, lateralidad y coordinación.
  • Descarga de impulsividad, crucial para el equilibrio afectivo.
  • Dominio y conciencia del propio cuerpo.
  • Percepción y discriminación de las cualidades de los objetos y sus utilizaciones.
  • Preparación de capacidades necesarias para los aprendizajes escolares básicos.

A través de la práctica psicomotriz, el niño logra estimular los tres niveles del desarrollo humano:

  • Motor: Dominio de los movimientos corporales, afectando su flexibilidad y disfrute del juego en grupo.
  • Cognitivo: Superación de momentos problemáticos, mejorando concentración, creatividad y memoria.
  • Social y Afectivo: Expresión libre de deseos y sentimientos sin miedos.

Para que los niños mejoren el control de su cuerpo, tanto física como mentalmente, es necesario que practiquen la psicomotricidad. A través del juego, los niños estimulan su coordinación, equilibrio y sentido de la orientación. En Educación Infantil, se consigue que los niños jueguen y se diviertan, explorando sus propias posibilidades motrices, relacionándose con los demás, aceptando normas de convivencia, demostrando sus capacidades lingüísticas y, en definitiva, aprendiendo conocimientos, destrezas y habilidades a través del medio que les rodea.

Además, gracias a la edad de los niños de 3 a 6 años, el juego es algo innato en el que los alumnos se exploran, ven lo que pueden hacer y lo que pueden llegar a hacer. Desarrollan habilidades finas que, con el tiempo, serán más controladas. Deben desarrollar la coordinación dinámica general y visomotora, el equilibrio, controlar el tono muscular, afianzar el esquema corporal, la lateralidad y otras nociones espaciales y temporales. Todo ello se trabaja en Educación Infantil a través de juegos como la silla, las estatuas, corre que te pillo, el juego del pañuelo, Simón dice, gigantes y enanos, circuitos, bailes populares, mantener objetos ligeros, cesta de colores, canciones populares y más.

En cuanto a los materiales en la psicomotricidad, representan un gran papel ya que se utilizan como medio de intercambio, comunicación y cooperación. Entre otros materiales, se utilizan aros, picas, pesas, telas, pañuelos, bancos, colchonetas, mantas, bloques de goma espuma, cajas de cartón, zancos, pinturas, plastilina y música. Con la música, los niños aprenden a desplazarse rítmicamente, diferenciando el sonido del silencio, coordinando movimientos y socializándose, lo que les permite ser más autónomos.

¿Cómo se puede estimular?

  • Use lenguaje claro y sencillo que sea fácil de imitar.
  • Demuestre al niño que para usted lo que él tenga que decir es muy importante al pedirle que repita lo que no pueda entender por completo. Por ejemplo, «Sé que quieres un bloque. Dime otra vez qué bloque quieres.»
  • Ayude al niño a expandir su vocabulario. Introduzca nuevas palabras leyéndole libros que tengan una oración sencilla en cada página.
  • Nombre objetos y describa las ilustraciones del libro. Presente sinónimos para las palabras familiares (ej., mami, mujer, señora) y use el nuevo vocabulario en oraciones para ayudar al niño a aprender las palabras en su contexto.
  • Ponga objetos dentro de un cubo y pida al niño que los saque de uno en uno, diciendo cómo se llaman. Repita lo que el niño diga y añada información adicional: «Esto es un cepillo. Sara se peina el cabello». Saque los objetos del cubo y ayude al niño a agruparlos por categoría (ropa, alimentos, artículos para dibujar, etc.).
  • Recorte fotos de revistas viejas y haga un álbum de objetos familiares. Ayude al niño a pegar las fotos en el álbum. Practiquen a nombrar lo que ilustran las fotos, usando gestos y palabras para demostrar cómo usar los objetos.
  • Miren fotos de la familia e indiquen quién aparece en las mismas. Use frases y oraciones sencillas para describir lo que ilustran las fotos (ej., «Raúl nada en la piscina»).
  • Haga que el niño tome decisiones al contestar preguntas, en vez de hacer preguntas que pueda contestar simplemente con un «sí» o un «no». Por ejemplo, pregunte «¿Quieres un vaso de agua o un vaso de leche?» en vez de preguntar «¿Quieres leche?, ¿Quieres agua?». 
  • Continúen cantando canciones y recitando rimas infantiles. Estos juegos y canciones enseñan al niño sobre los ritmos y sonidos del lenguaje.

Descubre todas las opciones adicionales que Dreams tiene para ti.